Tristemente los despropósitos no han llegado hasta allí, con horror hemos visto mandatos que no han sido bien planeados como el de tercerización. La tercerización tenía que mantenerse con una mejor vigilancia pero se la borró de un plumazo afectando el empleo de miles de personas. Peor, el mandato minero dejó sin empleo (otra vez de un plumazo) a casi diez mil mineros y dejó sin futuro a miles de jóvenes que estudian para ser profesionales en minería, geología, en ingeniería industrial o que serán los futuros mineros que habrían ganado más laborando en las minas antes que trabajar en el mal pagado empleo de agricultura.
La Asamblea debe rectificar, debe reconocer que se ha equivocado, porque si no rectifica se llevará a pique un valioso proyecto por el que todos votamos pero del que ahora cada vez más nos arrepentimos.
¿A dónde irán a trabajar estos muchachos cuando dejen la "Facu" y vean que nadie invierte en minería?
¿Tendrán que migrar a las minas de Perú y Chile para trabajar en empleos inferiores a los que les otorgan a los nacionales teniendo título universitario?