miércoles, 2 de julio de 2008

Asamblea Constituyente, las calles hablan

La Asamblea Constituyente ha servido para que se desboquen las más bajas pasiones de los políticos reencauchados de la vieja partidocracia. El Asambleísta César Rodríguez por ejemplo ya logró que se apruebe la transitoria que permitirá que se reorganicen las cortes con miras a archivar los juicios por tráfico de tierras pendientes contra Rodríguez. El Asambleísta Alberto Acosta, honesto pero ingenuo, logró el mandato que elimina la minería enviando a miles al desempleo y perjudicando la imagen del país en el extranjero. Otros asambleístas quieren tomarse lo ajeno y han logrado imponer la "función social y ambiental" como condicionantes de la propiedad privada. Una asambleísta habló de cambiar los símbolos patrios, y otra, probablemente una insatisfecha, ha querido pedir el derecho al orgasmo.

Sin embargo quedaron pendientes de revisión asambleística-plenipotenciaria las violaciones a los derechos humanos por parte del gobierno en Dayuma, quedaron en nada las investigaciones de la vinculación de funcionarios del gobierno con las FARC. Y hoy se prepara un paquetazo agrícola que demandará más de 400 millones de dólares del presupuesto que alimentamos con dinero de todos, sólo para salvar a unos pocos inescrupulosos deudores del Banco de Fomento, en cambio perjudicando a los arroceros, harineros, maiceros y soyeros impidiéndoles comerciar sus productos y controlando los precios de sus productos desde la burocracia, con el efecto de desabastecimiento y encarecimiento que tales controles provocan.

Pero el pueblo no está dormido aunque lo parezca, los muros hablan tanto o más que las personas.


1 comentario:

Juan Montalvo dijo...

Los discursos pseudo progresistas de avanzada como los derechos de la naturaleza, el país libre de transgénicos y otras veleidades son sólo actuaciones de cara a la galería. Lo verdaderamente importante, como las funciones del estado, la desaparición de los organismos de fiscalización, el sistema económico confiscatorio y redistributivo, los recortes de las libertades individuales en favor de un etéreo bien común o la revanchista justicia social, son muy peligrosos. A este paso va a resultar mejor convertirse en guineo para tener verdaderos derechos de ciudadanía.

Felicitaciones por el blog